La Cruz en el Centro. En defensa del Quincunce.


El Quincunce, símbolo mesoamericano del cosmos ordenado, no se opone a la Cruz, sino que la contiene en su esencia primigenia. Ambas figuras señalan el punto en que la humanidad y la divinidad se cruzan, donde el alma encuentra su equilibrio, y donde se funda lo eterno.

“Y verán al Hijo del Hombre venir sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria…”
(Mateo 24:30)


EL QUINCUNCE Y LA CRUZ: UN MISMO CENTRO MÍSTICO

El Quincunce, símbolo mesoamericano del cosmos ordenado, no se opone a la Cruz, sino que la contiene en su esencia más naturalista. Ambas figuras señalan el punto en que la humanidad y la divinidad se cruzan, donde el alma encuentra su equilibrio, y donde se funda lo eterno.

La Cruz, como manifestación cristiana del sacrificio redentor, y el Quincunce, como eje de los cinco rumbos del universo mesoamericano, confluyen en el Hombre Nuevo: aquel que camina con raíces en su pueblo, pero con la mirada en lo alto.

✠ En el centro del Quincunce está el altar.
✠ En el centro de la Cruz está el Cordero.


TEMPLOS ANTIGUOS, TEMPLOS NUEVOS

Desde tiempos antiguos, los pueblos del Anáhuac y de Aridoamérica levantaban sus observatorios en base al quincunce, sabiendo que en esa estructura cósmica reposaba la armonía de la existencia.

Pero no por azar los primeros templos cristianos en estas tierras se construyeron también sobre esa misma lógica sagrada. No por dominación, sino por cristianización del orden cósmico, como si el Verbo —hecho carne— viniera no a destruir el símbolo ancestral, sino a completarlo con su Palabra.

Así lo vemos:

  • En las capillas abiertas de los primeros siglos coloniales, donde el altar se alzaba en el centro de los cinco caminos.
  • En las cúpulas que coronan muchos templos barrocos de México y Guatemala, cuyo centro refleja el axis mundi del quincunce.
  • En la simbología de la rosa mística, del tetramorfos, de la cruz florenzada y del Tlaltecuhtli transformado en ábside.

En el viejo mundo, otros equivalentes solares siguieron siendo plasmados mucho tiempo después de la adopción del cristianismo como religión de los indoeuropeos. De ahí que a lo largo de los siglos, podamos encontrar su presencia en las mitras de obispos, monedas y los manteles de los altares.

En la Península Ibérica, la variante ancestral del mapa cósmico es la cruz en aspa, que antes de llamarse “cruz de san Andrés” fue un símbolo solar asociado a los pueblos celtíberos como emblema de los cuatro rumbos y el centro, es decir, un quincunce velado.

Se asume que para los íberos de Viriato, era símbolo de victoria, de rotación celeste, de lucha cósmica y del tránsito del espíritu por los mundos.

⚜️ LA CRUZ EN ASPA: DE LA LUZ PRIMIGENIA AL ESTANDARTE GUERRERO

La llamada Cruz de Borgoña, símbolo de los tercios españoles y de los dominios ultramarinos, es una figura en forma de aspa o equis (X), con los brazos semejando ramas podadas o entrelazadas. Aunque en la tradición cristiana se le atribuyó el martirio de san Andrés, sus raíces son más hondas y precristianas, y hablan de un lenguaje cósmico que el alma ancestral todavía comprende.

Los tercios, al izarla, sabían perfectamente que estaban llevando una imagen mística del equilibrio y del sacrificio: una estrella fija de madera y sangre, donde el guerrero, el sacerdote y el rey se cruzan.

El símbolo fue adoptado en América como enseña militar, pero la tierra lo reconoció como propio. Los pueblos del Anáhuac, del Altiplano y de las sierras ya conocían esa estructura: la aspa era para ellos una versión del quincunce, la estrella de cinco picos, el ombligo del mundo.


⚔️ EL QUINCUNCE Y LA CRUZ DE SAN ANDRÉS: LA MISMA GEOMETRÍA ESPIRITUAL

Miremos con los ojos del interior:

  • El Quincunce: • + •
    (Centro y cuatro esquinas: norte, sur, oriente, occidente)

  • La Cruz en aspa: X
    (El equilibrio dinámico del movimiento cósmico)

Ambas figuras se entrelazan. Ambas señalan que el mundo no es plano ni lineal, sino cíclico y vivo. En cada punto, un guardián. En el centro, el altar o el corazón.

La cruz de San Andrés es también la marca de lo no cumplido: san Andrés murió con la promesa de ver el Reino, pero no lo vio en carne. El Quincunce es la estructura para que ese Reino sea visible: en la comunidad, en el templo, en el alma.


⚔️DEFENDAMOS NUESTRO SÍMBOLO

Habiendo dicho todo esto, es perfectamente comprensible que un movimiento histórico y anti materialista como el Frente Nacionalista de México reconozca a este símbolo como su mas grande baluarte.

Centro: El Hogar Común – la Nación que surge como una comunidad de destino.
Este: La Educación y el Pensamiento
Oeste: La Cultura y la Memoria
Norte: La Disciplina Económica y la Justicia
Sur: La Energía del Pueblo y la Juventud
El Todo: La Visión Cósmica de una Patria Transgeneracional, hecha para perdurar.

El Frente Nacionalista de México, como movimiento de liberación nacional, rescata estos símbolos ancestrales para que el alma colectiva de nuestros pueblos se reconozca como tal, otorgándoles su sentido ​original como pronunciamiento por un accionar ​creativo.

Por eso es lamentable que, aún a pesar de las muchas evidencias que legitiman lo dicho, algunos farsantes que se dicen hispanistas pero no lo son sino Sinagoga de Satanás frecuentemente acusan de “paganos” a los portadores de esta insignia.

Sin embargo, nosotros debemos plantearnos lo inverso: ¿actúan como católicas estas personas cuando sus conciliábulos no hacen sino dividir, disgregar y sembrar sectarismos? ¿son cristianos quienes dicen combatir a la izquierda pero se ponen al servicio del judeocapitalismo?

​La cruz cristiana es un símbolo religioso, el quincunce es un símbolo combativo social-político. Esta es la diferencia y todo aquel que abra su corazón a la verdad tendrá que comprenderlo. No obstante, algunas personas siguen vociferando contra nuestro símbolo en sus círculos religiosos.

Todo esto es inaceptable puesto que en las iglesias ​católicas de diversos países, no solo se colocan oficialmente banderas nacionales o regionales con simbología pagana sino también, con simbología masónica u ocultista como pasa en los Estados Unidos donde tales emblemas son de uso oficial. Lo que vale para un ​cristiano, debería valer también para otro.

En realidad, quienes siembran esta discordia no lo hacen por convicción ideológica sino por envidia porque su propósito siempre ha sido el mismo: dividir a los mexicanos para favorecer los intereses anglosajones y judeocapitalistas.

LA RECONCILIACIÓN: EL QUINCUNCE BAJO CRISTO REY

No es necesario renegar de nuestros orígenes para ser discípulos de Cristo.

✠ El Verbo vino a cumplir, no a abolir.
✠ La cruz fue plantada en el centro del mundo, sobre un monte, como el quincunce en el ombligo del universo.
✠ La sangre del Redentor cayó sobre la Tierra para purificarla y hacer de ella el nuevo Templo.

Por eso, el Quincunce cristiano —bajo el signo del Cordero y del Pan— es también la visión del Reino por venir, donde los pueblos ya no estarán divididos, y donde los símbolos originarios serán redimidos en la Verdad plena.


LOS CINCO RUMBOS BAJO LA LUZ DE CRISTO

  1. Oriente: La Sabiduría del Logos.
    El alba de la Revelación, el despertar del alma por la Gracia.

  2. Occidente: La memoria transfigurada.
    Los muertos ya no claman justicia; descansan en la Esperanza de la Resurrección.

  3. Norte: La Ley Divina.
    Donde la justicia no se compra ni se negocia, sino que se vive como vocación.

  4. Sur: El fuego del Espíritu.
    La acción ferviente, el ardor apostólico, la fuerza sin violencia.

  5. Centro: El Tabernáculo.
    El Corazón Eucarístico de Jesús, desde donde se irradian los sacramentos hacia los pueblos.


EL HOMBRE NUEVO, HIJO DE DOS MUNDOS

Ya no es tiempo de negar nuestra raíz para agradar a quien nos impone su historia.
Tampoco es tiempo de renegar de la fe que dio alma a nuestro continente.

El Hombre Nuevo será quien, con humildad, reconcilie la grandeza del Quincunce con la redención de la Cruz.

Será el sacerdocio de los fieles para el siglo XXI:

🌾 Que labre la tierra con justicia,
✠ Que ore con símbolos que unan,
🔥 Y que funde una Patria viva, con altar en el Centro.


FINAL: LLAMADO AL PUEBLO QUE DESPIERTA

⛪ Que en cada capilla rural donde el barro se mezcla con la fe,
⛰️ Que en cada montaña donde la cruz y la flor de maíz se abrazan,
🌎 Que en cada corazón mestizo y fiel,
resuene la promesa del Quincunce Cristiano:

“El Reino será edificado sobre la piedra que desecharon los arquitectos.
Y en el centro del mundo, renacerá el Pueblo Santo.”
(Adaptado de Isaías y los Salmos)

 

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